¡Hola a todos!

Esta semana es muy especial ya que en la Farmacia Tabar estamos de aniversario. No todos los días se cumplen 60 AÑOS y esperamos cumplir muchísimos más a vuestro lado. ¡MIL GRACIAS A TODOS POR VUESTRA ATENCIÓN Y CONFIANZA! Y para celebrar este hito tan importante para nosotras, no quiero hablar sobre productos ni promociones (…) sino que me gustaría hacer un homenaje a todas las personas que han puesto (y siguen poniendo) su granito de arena en esta mini familia que es la farmacia: Roser, Agustí, Carme, Magda, María y Núria… pero en especial a la persona que hizo que todo esto fuera posible: mi abuelo.

Seguramente algunos de vosotros lo conocisteis y os acordáis de él, pero para los que no tuvisteis el placer de conocerlo, os voy a contar cosas de él. Él era una de las personas más cultas que he conocido (y eso no lo digo porque si). Podías hablar con él de cualquier tema: desde productos naturales, gastronomía, culturas, ciencia (…) pero sobretodo de sus grandes pasiones: la música y el mar. Hablando del mar, todavía me acuerdo hace años que decía que en el futuro el plancton lo curaría todo… hombre, todo no, pero no iba mal encaminado. Como era tan curioso, cuando había un tema que le preocupaba o que lo encontraba interesante, se documentaba todo lo que podía (pensad que antes no era tan fácil como ahora porque nuestro amigo Google no existía) y conseguía contagiarte esa curiosidad y esas ganas de conocer. Como he dicho antes, aparte de sus dos grandes pasiones, su trabajo era su hobby. Pocas veces he visto a alguien a quien le llene y le realice tanto un trabajo. Claro que habían épocas, como a todos, pero sus ganas de conocer hacían que muchas veces el reloj fuera un decorado más y que las horas del día parecieran infinitas.

Todo esto forjo su ADN como profesional, ya que decía que para ser un buen farmacéutico tenías que tener CIENCIA (conocer), CONCIENCIA (decir siempre la verdad) y PACIENCIA (estar a disposición de las personas)… aunque yo me atrevería a decir que estas tres cualidades se pueden extrapolar a cualquier profesión y también en el ámbito personal. Vamos, él es mi modelo a seguir y espero poderme parecer como mínimo una cuarta parte de lo que era. ¿Y que más puedo decir de él? Que era el mejor abuelo del mundo (…).

Muchas veces pienso en el rumbo de las cosas, porque creo que hay que darle sentido o alma a cada cosa que haces, adaptarte al medio y a los tiempos… pero sin perder tu esencia o tu ADN. Y por esto, en este nuestro 60 aniversario, me gustaría celebrar este hito tan importante para nosotras, pero sobretodo, seguir con esa filosofía que acuñó mi abuelo y que perdure para muchísimos años más.

Espero que os haya gustado este homenaje…. y ¡hasta la semana que viene!

Cristina 🙂