¡Hola a todos!
Esta semana es la Semana Mundial de la Inmunización y desde la Farmacia Tabar, nos sumamos a esta iniciativa y queremos que todos sepáis (muchos ya lo sabéis) la importancia que tiene la vacunación.
Para poder entender que son las vacunas y para que sirven (y de allí su importancia), creemos que es importante saber de donde vienen. Mucha gente pensará que las vacunas están disponibles para todos desde hace cientos de años, que es algo que siempre ha estado allí, pero no es así…
En la antigua China hay textos que hacen referencia a la «variolización», que es la inoculación del pus de la viruela para provocar esta enfermedad (viruela) en una forma atenuada, y así inmunizar al paciente. No obstante, dicha práctica estaba llena de riesgos y la gran mayoría de “variolizados” morían. En 1721, Lady Mary Wortley Montagu introdujo esta práctica en Gran Bretaña, tras sus estancias en el Imperio Otomano y su contacto con la viruela.


En 1796, Edward Jenner descubrió la primera vacuna, que casualmente fue frente a la viruela. Para ello, él se dio cuenta (después de veinte años de estudio y observación), de que las granjeras que ordeñaban a las vacas contagiadas con viruela propia de las vacas no contraían la “viruela humana”, ya que ellas antes contraían la viruela propia de las vacas (de allí el nombre de vacuna) y eso les protegía frente a la viruela humana.

Más tarde, Louis Pasteur descubrió que tras la administración de formas debilitadas/atenuadas del microorganismo que produce la enfermedad en un individuo, éste conseguía tener unas defensas más fuertes. Con esta idea, Pasteur desarrolló vacunas contra el cólera de las aves (1880) y el carbunco (1881). En 1885, él administró la vacuna de la rabia a un niño de nueve años, obteniendo un éxito rotundo en el experimento, no sin provocar un gran revuelo en la sociedad. Tras este gran éxito científico, llegaron las vacunas contra el cólera (1879), la peste (1897) y el tifus (1937).

La siguiente revolución en el mundo de la inmunización fue la inactivación química de toxinas, llegando a descubrir muchas vacunas que son conocidas por todos nosotros: tétanos y difteria (1891), tuberculosis (1909), fiebre amarilla (1935), virus influenza A (1936), poliomielitis (1952), sarampión (1964), paperas (1967), rubéola (1970), varicela (1974)…
Durante 1970-1980, se descubrieron las vacunas con proteínas purificadas o con componentes de las cápsulas de los propios virus (vacunas conjugadas), siendo esas vacunas muy seguras, ya que no contenían el virus completo, como por ejemplo la vacuna antineumocócica (2000) y la antimeningocócica (2013).
Para (casi) terminar (en esta breve introducción de la historia de las vacunas), hoy se trabaja en el campo de la ingeniería genética para la formulación y fabricación de vacunas ADN recombinantes (se incluyen trozos de la información genética del virus), como por ejemplo la vacuna contra el virus del papiloma humano (2006).
Por último, no podemos olvidarnos de aquellas vacunas que se están estudiando para curar las enfermedades del presente y del futuro: virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), cáncer…
Como vemos, las vacunas sirven para tener un sistema inmunitario más fuerte y así defendernos de enfermedades. Por esta razón, es muy importante seguir el calendario de vacunación.

En la Farmacia Tabar estamos todas muy concienciadas con la importancia de la vacunación y por ello, estamos encantadas de ayudaros para resolver cualquier duda que tengáis al respecto (calendarios de vacunación, información para viajeros…). Además, como ya sabéis, nos podéis encargar las vacunas vía e-mail, teléfono o con una simple visita por la farmacia.
Espero que os haya gustado este post más científico… y hasta la semana que viene!
Cristina 😉
PS- Para más info, visita…
http://vacunasaep.org/sites/vacunasaep.org/files/calvacaep_2016_principal_tabla.pdf
http://vacunasaep.org/sites/vacunasaep.org/files/calvacaep_2016_acelerados_tablas.pdf
http://www.who.int/campaigns/immunization-week/2016/event/es/